DEPRESIÓN INFANTIL Y ADOLESCENTE
DEFINICIÓN
Síndrome clínico que se define o evalúa con los siguientes
criterios diagnóstico (Criterios del DSM-III tomados de García, J. y Rodríguez,
J. 1998)
a) Estado de ánimo disfórico.
a) Estado de ánimo disfórico.
b) Por lo menos, cuatro de los siguientes síntomas:
1) pérdida/aumento de peso/apetito;
2) insomnio o
hipersomnia;
3) pérdida de energía;
4) pérdida de interés
o placer en las actividades habituales;
5) sentimientos de
autorreproche, culpabilidad inapropiada;
6) disminución de la
capacidad de concentración, y
7) tendencias suicidas.
c) Duración: dos semanas como mínimo.
d) Exclusiones:
1) síntomas esquizofrénicos;
2) trastorno mental orgánico;
3) esquizofrenia de tipo
residual, y
4) duelo no complicado.
Y, como criterios que la diferencia del cuadro clínico de adultos, Murray (1970), Alonso-Fernández (1988), Weinberg y col., (1973):
1) temor a la muerte,
2) retraimiento social,
3) absentismo escolar,
4) quejas somáticas,
5) fracaso escolar,
6) disfunciones
comportamentales,
7) ideación autodesaprobatoria,
8) conducta agresiva
(manifestado regularmente en niños de 11 a 15 años) y
9) ansiedad general
(manifestado regularmente en niños de 6 a 10 años).
CONCEPTUALIZACIÓN
La depresión es entendida, generalmente, por un grupo de
síntomas en los que se encuentran emociones disfóricas (tristeza, anhedonia, ansiedad, irritabilidad,
inquietud, etc.) y comportamientos disfuncionales (enlentecimiento psicomotor,
rabietas, retraimiento social, trastornos alimenticios, insomnio, verbalización
de ideas pesimistas, etc.) que colateralmente afectan a un nivel somático
además del ambiente social del individuo, esto, pudiendo servir como referencia
para identificar a posibles personas depresivas; con deterioro en el aspecto
físico, solitarias, de movimientos lentos y torpes, despistados y de semblante
triste.
Sin embargo, por su estructuración cognitiva y vida social, los infantes
y jóvenes adquieren síntomas predominantes, enfatizando en el retraimiento
social, rabietas, ansiedad y quejas somáticas, ocasionando un mal desempeño en
su vida escolar y social. Es por eso que muchos profesionales sugieren ver la
depresión infantil como un síndrome clínico diferente de la depresión. Otros
autores en cambio argumentan que por su gran similitud con el cuadro clínico
normal, debería tomarse como una depresión pero con algunas consideraciones.
También están los que afirman que no existe la depresión infantil ya que son
síntomas transitorios del desarrollo infantil (Cantwell, 1983).
ETIOLOGIA
Akisgal y McKinney (1975) proponen 5 modelos explicativos con
su respectiva escuela:
Psicoanalítica: Diversos autores: Arieti y Bemporad (1978, 1980), Bowlby (1980, 1988), Blatt 1974; Blatt, D’Afflitti, y Quinlan 1976; Blatt y cols, 1982 y Beck (1983) sugieren dividir, partiendo del análisis de Freud (1914) en “Duelo y melancolía,” la depresión en dos categorías; la depresión anaclítica o sociotrópica (dependiente, apego ansioso, indefensión y sentimientos de pérdida) y depresión introyectiva o autónoma (autocrítica, superyó severo y punitivo, preocupación sobre la valoración personal, y sentimientos de fracaso y culpa).
Psicoanalítica: Diversos autores: Arieti y Bemporad (1978, 1980), Bowlby (1980, 1988), Blatt 1974; Blatt, D’Afflitti, y Quinlan 1976; Blatt y cols, 1982 y Beck (1983) sugieren dividir, partiendo del análisis de Freud (1914) en “Duelo y melancolía,” la depresión en dos categorías; la depresión anaclítica o sociotrópica (dependiente, apego ansioso, indefensión y sentimientos de pérdida) y depresión introyectiva o autónoma (autocrítica, superyó severo y punitivo, preocupación sobre la valoración personal, y sentimientos de fracaso y culpa).
Refiriéndonos a la depresión anaclítica, se
desarrolla por el incumplimiento de un deseo intenso que predomina en los
sujetos de tipo dependiente-ansioso, el deseo de este tipo de sujeto es, ser
pasivamente gratificado en una relación exigente, asfixiante y pueril. El no
cumplir este deseo genera sentimientos y pensamientos de soledad, indefensión y
debilidad; tienen miedos intensos y crónicos de ser abandonados y estar sin protección.
Y a menudo enfrentan éstos de forma primitiva como la negación y/o la búsqueda
desesperada de sustitutos (Blatt 1974).
La depresión introyectiva se desarrolla
igualmente por el incumplimiento de un deseo intenso (o de sus metas) en los
sujetos autoexigentes, este tipo de sujetos buscan reasegurar su valía por
medio de objetivos, y dirige todos sus esfuerzos en esos objetivos específicos.
El fracaso de sus metas genera en estos individuos sentimientos grandes de
falta autovaloración-bajaautoestima, inferioridad, fracaso y una enorme culpa.
Conductual: siguiendo los modelos explicativos de
Ferster,
Lewinsohn, Beck y Seligman. Se explica la etiología de la depresión como una
consecuencia de la perdida de refuerzo de la conducta desde el entorno social.
La conducta, al no tener un refuerzo social, pierde su valor de utilización y
ocasiona que el niño reduzca su conducta y así sus posibilidades de recibir
refuerzos, y con ello caer en el cuadro clínico. A su vez, la falta de refuerzo
de una conducta puede deberse a la carencia de buenas habilidades sociales que
facilitan la obtención de refuerzo. También puede ser ocasionada por una
distorsión cognitiva del niño, es decir, categorizar cualquier acontecimiento
de forma derrotista o negativa, provocando que el niño tenga una expectativa
constante de fracaso, esto suele suceder por acontecimientos en los que el niño
fracaso y experimentó sentimientos negativos.
Sociológica: autores como Álvaro,
Torregrosa y Garrido 1992; Blanco y Díaz 2007, Brown y Harris 1978; Cochrane
1983; McLeod y Nonnemaker 1999; Sánchez, Garrido y Álvaro 2003; Yu y Williams
1999, elaboraron modelos explicativos de la depresión donde se consideran, a
diferencia de modelos etiológicos-conductuales que ponen énfasis en la
percepción del ambiente del individuo, la importancia de los fenómenos sociales
en la percepción del individuo. Es así como el modelo explicativo sociológico
contempla factores como: los estresores y las estrategias de adaptación, el
apoyo social, la alienación y la autoestima.
El estrés puede ser definido como el conjunto
de demandas sociales y ambientales que sobrepasan la capacidad del individuo
para ajustarse a las mismas. Los diferentes estresores pueden ser resueltos por
estrategias de adaptación que pueden adquirirse o venir con la carga genética,
se entiende que la carencia de estos mecanismos es la principal causa de que
los estresores perjudiquen. Desde la sociología, la alienación es una forma de
enajenación del individuo sobre el control del ambiente que le rodea y que crea
ausencia de significado y propósito en la vida personal. La autoestima es la
identidad o autoimagen que se crea en el proceso de interacción simbólica entre
personas (Stryker 1980). Y también forma parte de los mecanismos que ayudan a
sobrellevar las situaciones estresantes, es por eso que la mala interacción
simbólica entre personas genera una autoestima pobre y esto conlleva a que el
individuo no disuelva los estresores, que son el eje explicativo en este
modelo.
Existencial:
Este modelo explicativo, considera que la depresión puede ser causada por una
pérdida de valor y sentido de la vida. Radica en la fragilidad de la relación
del individuo con su propia vida ocasionando una pérdida de la vivencia del
valor, valores que tienen un efecto vitalista, fortalecedor y emocional en la
persona y su psique. Los efectos de la pérdida de estos valores suele
atribuirse con un vacío interior, conocido como vacío existencial, frustración
existencial, perturbación de la vivencia y disposición anímica.
Biológica: El
conocimiento que tiene en este modelo es poco comparado con los otros modelos
explicativos, este se basa principalmente en el papel que juegan varios
neurotransmisores del sistema nervioso central, como los siguientes:
catecolaminas noradrenalina y dopamina, la indolamina serotonina y la
acetilcolina (Friedman y Thase, 1995; Thase y Howland, 1995). Así pues, la depresión
puede entenderse como una irregularidad en la normalización de los siguientes
sistemas neuroconductuales:
1)
facilitación conductual;
2)
inhibición conductual;
3)
grado de respuesta al estrés;
4)
ritmos biológicos; y
5)
procesamiento ejecutivo cortical de la información.
Los déficit en estos sistemas podrían ser heredados, adquiridos o presentarse por su vulnerabilidad genética (Thase y Howland, 1995).
EPIDEMIOLOGÍA
Un estudio realizado por el Centro de Investigación y Estudios Avanzados en Ciencias de la Salud, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma del Estado de México y Unidad de Investigación, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, publicado a través de un artículo de la revista Medicina e investigación en el 2014, expuso datos de 326 niños de 8 a 12 años.
Tabla
realizada por Revista de Medicina e Investigación 2014;2(2):107-111
Al ser uno de los factores más relevantes en el desarrollo de la depresión en infantes, la disfunción familiar fue contemplada en los estudios realizados.
Tabla
realizada por Revista de Medicina e Investigación 2014;2(2):107-111
Se estimó que del
34,1% de los 326 niños, sólo el 8,7% presentaba síntomas de depresión, es decir
28 niños. Y del 65,9% de los niños sin disfunción familiar, solo el 3,07%
cumplían con el cuadro clínico de depresión. Los datos revelaron la importancia
de la funcionalidad familiar en la salud mental de los niños.
Por otra parte, se encontró que los niños de 8 y 11 años abarcaron la cifra más grande de casos de depresión, seguido de los niños de 10 años.
Por otra parte, se encontró que los niños de 8 y 11 años abarcaron la cifra más grande de casos de depresión, seguido de los niños de 10 años.
Tabla
realizada por Revista de Medicina e Investigación 2014;2(2):107-111
También se encontró
que de las 58 niñas con disfunción familiar, solo 17 presentaban depresión,
siendo un valor mayor que al de los niños, que solo se presentaron 11 casos de
53 niños.
Tabla
realizada por Revista de Medicina e Investigación 2014;2(2):107-111
De acuerdo con los resultados dados por la escala de Beck, los síntomas o sentimientos mayor frecuentados por los niños fueron:” estoy triste siempre, las cosas no me saldrán bien, todo lo hago mal, soy malo muchas veces, no me gusta como soy, tengo ganas de llorar muchos días, no puedo decidirme, todas las noches me cuesta dormir, quiero matarme y me peleo muchas veces” Revista de Medicina e Investigación (2014).
Entre 1990 y 2010, estudios realizados por el del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) en México, reveló que la tasa de suicidios se duplicó, de 2.3 a 4.5 por cada 100 mil habitantes, y que sin duda los niños y jóvenes no estaban exentos en esas cifras, ya que en ese mismo lapso se multiplicó por ocho en niñas y niños de entre 10 y 14 años (de 2.1 a 17.7).
De acuerdo con los resultados dados por la escala de Beck, los síntomas o sentimientos mayor frecuentados por los niños fueron:” estoy triste siempre, las cosas no me saldrán bien, todo lo hago mal, soy malo muchas veces, no me gusta como soy, tengo ganas de llorar muchos días, no puedo decidirme, todas las noches me cuesta dormir, quiero matarme y me peleo muchas veces” Revista de Medicina e Investigación (2014).
Entre 1990 y 2010, estudios realizados por el del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) en México, reveló que la tasa de suicidios se duplicó, de 2.3 a 4.5 por cada 100 mil habitantes, y que sin duda los niños y jóvenes no estaban exentos en esas cifras, ya que en ese mismo lapso se multiplicó por ocho en niñas y niños de entre 10 y 14 años (de 2.1 a 17.7).
La depresión es un trastorno de problemáticas mundiales, pudiendo
presentarse a cualquier persona a cualquier edad, sus causas pueden ser
variadas, teniendo mayor importancia el factor social, biológico y conductual.
Y sus consecuencias pueden ser desde un retraimiento social hasta el suicidio.
Es por esto que es de suma importancia reconocer los síntomas para ayudar a la
gente cercana y evitar lamentos.
TIPOS DE EVALUACIÓN
Los tipos de evaluación son los instrumentos en los
que el psicólogo de apoya para poder determinar el síndrome o problema psicológico
que presenta el paciente.
Para determinar una depresión y la gravedad de
ésta, podemos utilizar los siguientes tipos de evaluación:
- Inventario de Beck
- La escala de depresión de Hamiltón.
- La escala de depresión de Montgomery.
El Inventario de Beck, es
una auto-evaluación del paciente, que consta de 19 reactivos.
Incluye temas de melancolía, pensamientos
negativos, tristeza, relaciones sociales, sueño y percepción de sí mismo.
La escala de Hamiltón, es heteroaplicativa. Consta
de 17 o 24 reactivos, dependiendo de la versión utilizada. Evalúa el humor
deprimido, sentimientos de culpa, tristeza, irritabilidad, sueño y
alimentación.
La escala de Montgomery, es heteroaplicativa.
Consta de 10 reactivos. Evalúa los síntomas y gravedad de la depresión, con
temas como ansiedad, tristeza, alimentación, tensión,sueño, pensamientos
negativos y suicidas.
García (1998), menciona además los siguientes tipos
que se utilizaron en un caso con depresión grave de un adolescente:
- Pensamientos negativos predominantes (Cautela y Upper, 1976).
- Autoeficacia percibida (Sherer y Adams).
- GSE: «Sentido de la autoeficacia general» (Sherer y Adams,
1983);
- SSE: «Sentido de la autoeficacia social» (Sherer y Adams, 1983).
- Modos predominantes de afrontamiento (Lazarus y Folkman,
1986).
- Estilo atribucional (Seligman, Semmel, Abramson y Von Baeyer,
1979).
CLASIFICACIÓN
Para clasificar una depresión debemos tomar en
cuenta los elementos de evaluación anteriores,
que determinarán si es:
- grave
- notable
- ligera
- inexistente
En el caso de la escala de Hamiltón, agrega una
clasificación más, que es la de muy grave.
Una depresión grave, se caracteriza por un estado
de ánimo de tristeza con gran intensidad, con una pérdida de interés de la
vida, las personas se sienten abrumadas, con la sensación de que su vida es un
caos y no tiene sentido. Se presentan síntomas como falta de interés o placer,
pérdida o aumento de peso, trastornos de sueño, pérdida de energía, culpa,
disminución en la capacidad de concentrarse, pensamientos negativos incluso de
suicidio, aislamiento, irritabilidad y ansiedad. Pueden extenderse éstos sentimientos por meses e
incluso, por años.
Una depresión ligera, se presenta sólo con algunos
de los sentimientos mencionados anteriormente, y no son tan severos, asimismo,
se mantienen por menor cantidad de tiempo en la persona.
ESTRATEGIAS Y PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN
Como hemos visto, los sentimientos que acompañan a
la depresión infantil y adolescente, son muy similares a los que un adulto
presenta, dependiendo la edad que se tenga habrá algunas variantes, por ejemplo
la culpa, que se presenta después de los 10 años de edad.
La participación de los padres es fundamental, ya
que muchas de las acciones, pensamientos, ideas y actitudes de los niños
inicialmente suelen ser copia del comportamiento de los padres.
Asimismo, es importante que los padres pongan
atención en el comportamiento de los hijos, para poder detectar los síntomas de
la depresión y poder atacarla antes de que se complique y sea grave.
De acuerdo con estudios publicados en el artículo
titulado "Factores infividuales y familiares asociados con la
sintomatología depresiva en adolescentes de escuelas públicas en México",
que dan como resultado que las mujeres tienen mayor posibilidad de presentar
sintomatología depresiva en comparación con los hombres, aún cuando no se saben
los motivos, se considera que se debe a factores genéticos, hormonales,
culturales e incluso, por las expectativas de género y estructura familiar, así
como otros factores que influyen como la baja autoestima, la violencia
intrafamiliar, el consumo de alcohol y la falta de comunicación con los padres.
Si bien, el número de mujeres con depresión es mayor
que el de los hombres, es ellos sus consecuencias pueden
tener repercusiones de gravedad mayor que en las mujeres, como son
los intentos de suicidio letales y consumados.
Las principales formas de intervenir para ayudar a
los pacientes de depresión son:
- El apoyo de los padres y de las personas que conviven con
ellos,
- Terapia psicológica, y
- Tratamientos farmacológicos.
La intervención de los padres, radica en apoyar al
niño, escucharlo, brindarle seguridad, confianza, ánimo, evitar que hable de momentos
dolorosos, apoyarlo e incitarlo para que haga actividades físicas fuera de
casa, no culparlo, apoyarlo para que se mantenga aseado, que regule su
alimentación y se esfuerce por cumplir con sus obligaciones.
La terapia psicológica hará intervención en el
control de la depresión. Con la terapia conductual, se pretende corregir las
ideas deformadas que tiene de la realidad, dándole salidas lógicas y
racionales, ayuda a cambiar pensamientos negativos por positivos,
establece estrategias para que logre solucionar conflictos y aporta
las bases para que logre socializar.
Los tratamientos farmacológicos que suelen
utilizarse son inhibidores de la monoamioxidasa, los tricíclicos y los
antidepresivos.
En México tenemos una idea de las dimensiones,
costos y posibles acciones a seguir para prevenir la y tratar la depresión, sin
embargo no se cuentan con los programas y políticas públicas suficientes, es
necesario implementar un sistema que se encargue de tratar a fondo estas
problemáticas y ayudar eficientemente a la población con depresión.
Será necesario desarrollar alternativas que
permitan una mejor atención de la problemática de salud mental en los jóvenes,
poniendo atención en conductas como la violencia y las adicciones.
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